lunes, 11 de febrero de 2013

Todo lleva su tiempo...

Cuando terminamos una relación, o tal vez debería decir "cuando la terminan por nosotros", la tristeza, la rabia, la impotencia... nos vuelve irracionales. 
Empezamos dando vueltas y más vueltas...a cada frase, cada detalle... diciendonos que intentamos comprender, cuando en realidad, lo único que hacemos es restregarnos en nuestro propio dolor, y hacerlo más intenso.
Una vez pasada esa etapa, nos empeñamos en "olvidar", en "estar bien"... sin darnos cuenta de que eso, en realidad, es inútil. Uno no está bien porque quiera estarlo, ni porque haga como si sus heridas no existiesen... Todo lleva su tiempo, y si bien es cierto que no puedes "abandonarte" y dejar que la tristeza te gane la partida... tampoco puedes "forzarte" a superar algo, ni engañarte a ti mismo diciendo que lo estás, cuando en realidad el dolor sigue ahí...
Tienes que asumir que duele, que dolerá durante un tiempo...y aún así, seguir adelante. El tiempo, los nuevos proyectos, las personas que te rodean, las que vayan apareciendo... y tu propia fuerza, hará que, un día, casi sin darte cuenta, la herida haya cicatrizado.
Pero no puedes forzar las cosas, porque si "retomas" tu vida sin asumir que aún estás lastimado...si tratas de aparentar que todo va bien, cuando en realidad no es así... caminarás sin rumbo, buscando inconscientemente algo que, en realidad, ya no está.

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